🤔 Idea a Considerar
¿Has escuchado hablar de “The Winner Effect” (El Efecto Ganador)?
Para entenderlo, creo que es importante platicarte un poco del experimento que se realiza con algunos ratones.
Tengo que admitirlo, los científicos pueden ser medio culeros a veces para poner a prueba ciertas hipótesis, y esta no es la excepción. El objetivo era ver los efectos fisiológicos y en comportamiento de los ratones después de ganar o perder una batalla.
¿La forma de hacerlo?
Enfrentado a dos ratones a una pelea territorial donde el ratón ganador sería aquel que lograra sacar del tubo al otro.
En la primera batalla, se le daba una clara ventaja a uno de los ratones al adormecer al otro. El objetivo era que, aunque fuera con un ligero empujón, uno de los ratones ganara.
En la segunda batalla, las condiciones se igualan. La única diferencia es que uno de los ratones había ganado la batalla anterior.* ¿Qué sucede? El ratón que ganó la batalla anterior ganaba la segunda aunque las condiciones fueran iguales.
Y entre más batallas gana, más probabilidad existe de que gane la siguiente.
En cuanto a la parte fisiológica, tras ganar el primer reto, vieron cómo aumenta la concentración de dopamina cuyo efecto de motivación y bienestar incrementan las probabilidades de ganar el siguiente reto. También se incrementa la testosterona tanto en hombres y mujeres aumentando las probabilidades de éxito.
¿A dónde quiero llegar con todo esto?
Sé que lo han escuchado antes sin duda, pero la parte mental juega un papel fundamental en la búsqueda de cualquier meta u objetivo. Y a veces, solo necesitamos una pequeña victoria que nos encamine en el camino correcto. Una victoria que, sin importar que tan grande o chiquita sea, nos haga creer que quizá eso que veíamos tan lejano sí puede ser alcanzado.
La gente no nace con confianza en uno mismo. Al menos, yo no lo hice. La confianza que me tengo al entrenar o hacer cosas nuevas fue producto de cientos o quizá miles de intentos y de pequeñas progresiones.
Y cuando logras una meta, por ejemplo correr 5 kilómetros, vas fortaleciendo “El Efecto Ganador” y te hace pensar que, si pudiste con eso, 10 kilómetros no están tan lejanos como alguna vez pensaste. Y así, hasta correr la distancia que más te asusta.
Todos tenemos esta imagen o visión de alguna meta increíblemente grande y abrumadora. Un maratón. Un Iron Man. Un PR en peso muerto de 160 kilogramos. A veces pensar en lo lejano que está nos congela por completo y nos impide dar ese primer paso, nos impide conseguir esa primera victoria.
¿Qué propongo?
Haz de la primera victoria algo mucho más sencillo. Reduce esa meta abrumadora a los primeros pasos que puedes ir dando. Lo importante aquí es demostrarte a tí mismo que puedes ganar la primera batalla sin importar que tan chiquita o grande sea para otros. Lo importante es El Efecto Ganador que ese primer paso puede crear en ti.
La mente es algo increíblemente poderosa, y saber cómo podemos encaminarla para crear las acciones que den los resultados que buscamos, es esencial para poder alcanzar nuestras metas.
*Le pongo batalla porque me los imagino como gladiadores dentro del gran Coliseo Romano.