🤔 Idea a Considerar
En el entrenamiento, todo funciona, pero no funciona para siempre.
El entrenamiento de resistencia, con el objetivo de subir de fuerza, le manda una señal a nuestro cuerpo con la siguiente indicación: necesitas ser más fuerte y tener más músculo para que, a la siguiente ocasión que estemos expuestos a este tipo de estrés, estemos mejor preparados para mover los distintos pesos.
En pocas palabras, subir de fuerza y/o músculo es una respuesta de adaptación de nuestro cuerpo al exponerse al entrenamiento de resistencia, un tipo de estrés. Por esta razón, cuando dejamos de entrenar, perdemos músculo. Simplemente, nuestro cuerpo no tiene razón alguna para mantenerlo y/o desarrollarlo.
Esta respuesta de adaptación puede cambiar en tiempo de persona a persona, pero llega un punto donde todos se estancan si siempre hacen lo mismo. Al adaptarse al estímulo actual, el cuerpo no tendrá una razón para seguir progresando. La meta era volverse más eficientes para lo que se hace actualmente, y una vez que lo consigue, no habrá razón alguna para cambiar.
¿La solución? Cambiar el tipo de estrés.
Hay muchas formas de hacerlo, las más comunes:
- # de repeticiones
- Frecuencia de entrenamiento
- Tempo
- Tiempo de descanso
- Número de series
- Ejercicios
- Entre algunas otras.
Pero esa es la clave: cambiar el tipo de estrés.
Tenemos que darle oportunidad a nuestro cuerpo de adaptarse antes de realizar cualquier cambio.
Por esta razón, yo sugiero hacer cambios en la programación cada 3 a 6 semanas dependiendo de la persona y el tipo de objetivo que tenga. Pero al final, hacer cambios en alguna de estas variables siempre le dará a nuestro cuerpo una razón para seguir progresando.
Tu rutina favorita va a funcionar, pero no va a funcionar para siempre.