El Poder de tu Mente en tu Alimentación
Todos hemos escuchado del efecto placebo.
De este impacto positivo que puede tener sobre la salud una sustancia sin efecto farmacológico (placebo) por el simple hecho de creer que así será.
Al creer que dicha pastilla, generalmente de azúcar, tendrá algún efecto en nuestro cuerpo, se da una respuesta fisiológica que puede producir mejoras reales.
De hecho, para que un medicamento nuevo sea aprobado, debe mostrar resultados superiores a los del efecto placebo.
Sí… nuestra mente y cuerpo son una locura.
Si una simple pastilla de azúcar puede generar un efecto real en tu cuerpo solo porque crees en ella, ¿te imaginas el impacto que tiene tu mentalidad en el resto de tu vida?
Esa misma pregunta se hizo la Doctora Alia Crum con su estudio de la malteada.
El estudio fue muy sencillo: 46 participantes tomaron una malteada de 380 calorías en dos ocasiones distintas. Lo único que cambió fue lo que les dijeron de la malteada en cada ocasión.
En la primera ocasión, se les indicó que era una “malteada indulgente” que contenía 620 calorías.
En la siguiente ocasión, la etiqueta de la malteada indicaba que era baja en calorías con tan solo 140 a pesar de ser exactamente la misma malteada que la primera ocasión.
Aquí es donde las cosas se ponen algo extrañas.
Cuando creían que era una “malteada indulgente”, los niveles de grelina, la hormona del hambre, disminuyeron significativamente. Un resultado consistente con la respuesta fisiológica a una comida copiosa. Esto indica saciedad y satisfacción.
Cuando creían que la malteada era “light”, a pesar de ser exactamente la misma malteada, sus niveles de grelina se mantuvieron relativamente estables, lo que indica que estaban menos saciados y aún tenían hambre.
Al parecer, la saciedad de los participantes era consistente con lo que creían que estaban consumiendo y no tanto con el valor nutricional real de lo que consumían.
En pocas palabras, lo que crees que consumes tiene una respuesta fisiológica significativa.
¿Qué significa esto y cómo lo podemos utilizar?
Este estudio revela algo importante: tu cuerpo no solo responde a lo que comes, sino a lo que crees sobre lo que comes.
Cuando decides “ponerte a dieta”, sin darte cuenta ya te estás poniendo el pie.
¿Por qué?
Porque “ponerte a dieta” significa escasez y todo lo que comes es “bajo en calorías” Y al igual que con el estudio de la malteada, tu cuerpo reacciona a esa mentalidad:
- Si crees que estás comiendo “poquito”, tu cuerpo responde con más hambre.
- Si crees que es “light” o “bajo en calorías” no vas a sentir saciedad por mucho tiempo.
¿Te das cuenta cómo ver tu alimentación de esa manera hará que todo sea más difícil?
Entonces… ¿cómo usar esto a tu favor? En lugar de “ponerte a dieta”, cambia el marco mental a uno más poderoso y efectivo:
Estoy llenando mi cuerpo de nutrientes.
O, ¿qué otra mentalidad se te ocurre pueda ayudar?
Todos pensamos que la solución inicia con solo comer diferente, pero quizá, primero tenemos que pensar diferente de lo que llevamos a nuestra boca.