El Arte de Presentarse: Di no a la Perfección
Estoy por terminar este libro de Jon Acuff. Se llama ¡Termina! Descubre la clave para lograr tus objetivos.
Suena sencillo, pero qué difícil puede ser, ¿no es cierto? Terminar lo que empezamos…
Jon Acuff tiene una tesis bastante sencilla, pero a la vez, increíblemente poderosa: la perfección es nuestro enemigo número 1.
- La perfección es esta voz que te susurra al oído a cada momento.
- Crea expectativas irreales de lo que “deberías” poder lograr, y de no hacerlo, es mejor que te retires por completo.
- La perfección te dice que no vale la pena comenzar a entrenar si no vas a ir TODOS los días o no dominas los ejercicios desde el día 1.
- Te dice que ya no puedes comer NI UN chocolate el resto de tu vida si quieres ver resultados.
Es esta voz que te impide publicar esa foto porque no te ves tan marcada, porque el vestido se ve un poco arrugado, porque tu amiga se ve “mejor que tú” en la foto.
La perfección son estos estándares que nos creamos de cómo deberíamos poder actuar en cada momento de nuestras vidas.
Y cualquier cosa por debajo de estos estándares imposibles, pues simplemente no vale la pena perseguir.
De enero a marzo tuve la capacidad de subir un pedazo de contenido diario a redes sociales, pero al fallar un par de días, me detuve por completo y casi no he subido nada desde ese momento. La perfección me dijo que no valía la pena intentarlo y no sabes el trabajo que me ha costado retomar. Y todo por haber olvidado hacerme una pregunta clave antes de comenzar:
¿QUÉ PUEDO HACER… INCLUSO EN MI PEOR DÍA?
Esta pregunta es clave porque es muy fácil trazar objetivos cuando estamos motivados. Es muy fácil soñar el primero de enero cuando la promesa de un nuevo yo se encuentra a todo nuestro alrededor. En ese estado emocional, no hay límite para lo que podemos lograr.
¿Ir diario al gimnasio? Fácil…
¿Hacer la dieta al pie de la letra? Papa…
¿Crear un negocio de joyería además de estar en la carrera y trabajar? Solo los débiles no podrían con ello.
La perfección odia esta pregunta. La perfección da por hecho que siempre debemos estar motivados, que siempre debemos tener energía para lograr cualquier cosa, que sin importar lo que pase en nuestras vidas, debemos levantarnos y atravesar cualquier obstáculo que se interponga entre nosotros y nuestros sueños.
Pero la vida no es así, ¿no es cierto?
No siempre vamos a estar motivados para ir al gimnasio 5 días a la semana.
No siempre vamos a tener la energía para cocinar una opción más sana en lugar de pedir algo en Rappi.
No existe el tiempo para hacer todo lo que “creemos” poder hacer.
¿Pero sabes que sí puedes hacer? Aprender a presentarte incluso en tus peores días
No tienes que hacer pesas si estás cansado, hoy puedes llegar a caminar y estirar.
No tienes que comer perfecto hoy. Busca comer suficiente proteína y comete ese postre que tanto deseas.
A veces, la victoria se encuentra en solo presentarte. Hay momentos en la vida donde salir a caminar es más que suficiente, donde reunir la fuerza para salir de la cama es progreso, donde poder esbozar una sonrisa es tu declaración ante el mundo que vas a seguir adelante.
No tienes que ser perfecto, pero sí tienes que presentarte ante la vida, sin importar lo que eso signifique para ti en este momento.