🤔 Idea a Considerar
¿Cuál es tu alimento “Prohibido” Reader?
Eran las 5:30 de la tarde. Después de una hora en el tráfico, por fin había llegado a casa.
Había sido uno de esos días increíblemente lentos en el trabajo. Por alguna razón, es mucho mejor estar muy ocupado y activo que no tener nada que hacer. Es extraño, pero esos días lentos te cansan mucho más.
Mi ansiedad estaba por las nubes. No hay nada como el tráfico de la CDMX para disparar esa bonita emoción. Y como muchos, mi forma de lidiar con esta ansiedad, es comiendo.
Me gustaría decirte que siempre tengo una disciplina endemoniada, decirte que nunca como nada fuera de lo habitual, pero soy humano, y como todos, de repente sí caigo en atracones.
Ese día en particular se me cruzó una caja de Zucaritas y un litro de leche. Ninguno de los dos salió vivo de ese ataque. Pero tengo que decirlo, eso no hubiera pasado si no hubieran estado las Zucaritas en la casa para empezar. Ya que, las Zucaritas o el Cinnamon Toast Crunch, son mi alimento “prohibido”.
¿A qué me refiero yo cuando digo “alimento prohibido”?
Son todos aquellos que provocan que comamos de más o que lo hagamos solo por tener ansiedad o estar aburridos. Nadie se come una ensalada cuando se aburre.
Este alimento prohibido puede ser distinto para cada quien. Mi hermano se puede acabar una tarro de crema de cacahuate en una sentada.
Y sí, generalmente, estos alimentos son ultraprocesados diseñados específicamente para provocar que comamos de más. Pero no te confíes, hay muchos alimentos “sanos” que provocan que consumas más calorías de las que deberías. El queso panela es el perfecto ejemplo para mi. Me puedo acabar medio kilo de una sentada sin ningún problema.
Una vez que tienes claro qué alimentos provocan esto en ti, es momento de tomar acción.
NO TIENES QUE DEJARLOS DE COMER, PERO NO LOS TENGAS EN CASA.
Odio que me digan que no puedo comer algo. Creo que esa es la parte que más odiaba de ir con algún nutriólogo. Además de que te sientes castigado, el día que caes, te dejas ir con todo porque no sabes cuando podrás volverlo a hacer.
En mi opinión, la mentalidad de tener alimentos que NO puedes comer solo propicia una mala relación con la comida. No se trata de dejarlos de comer por siempre. Se trata de que cuando lo hagas sea con plena conciencia, los disfrutes, y no solo lo hagas porque estabas aburrido o quieres cambiar tu estado emocional.
Creeme, hay una gran diferencia en ello.
Pero ahí está la clave: crea “fricción”, un espacio entre tu estado emocional y estos alimentos.
¿Quieres papas? Pues tendrás que ir al supermercado por ellas y comprar solo 1 bolsa.
¿Mueres por esas Zucaritas? Pues temo decirte que tendrás que irte manejando por una caja para satisfacer ese antojo.
¿Lo ves?
No se trata de dejarlas de comer sino de darte el tiempo a tí mismo, de procesar esa ansiedad o ese aburrimiento antes de caer en las manos de ese delicioso cereal.
Casi nunca hay Zucaritas en la casa, pero cuando las hay, siento que me da más ansiedad por el simple hecho de saber que están ahí.
Y si de verdad muero por ellas, y no hay en casa, voy al supermercado y las disfruto como si nunca antes las hubiera probado. Sin culpa, sin remordimiento, y disfrutando cada cucharada de ese delicioso cereal.