Esto es lo verdaderamente EXTREMO
No estoy donde quiero estar.
Todas las decisiones que he tomado hasta ahora, me tienen en una situación en la cual no esperaba encontrarme a estas alturas de mi vida.
Soy el único responsable del lugar donde me encuentro, y de igual manera, soy el responsable de tomar las acciones necesarias para dirigirme a donde sé que soy capaz de llegar.
En este caso, me refiero a mis finanzas personales. Pero eso en realidad no es lo importante.
Después del podcast, me puse a reflexionar acerca de las distintas áreas de mi vida, y me dí cuenta de algo: en las áreas donde me encanta dónde me encuentro, es porque en algún momento tomé decisiones que, a algunas personas, les parecerían extremas.
Y no es que tengas que vivir así toda la vida, pero hay etapas que exigen compromiso total si realmente quieres un cambio.
Me acuerdo cuando fui con un nutriólogo por primera vez. Llevaba de lunch un sandwich y exactamente 10 uvas y 10 almendras. La gente pensaba que estaba loco porque no les daba ni una (estaban contadas 😉).
En la Universidad, cuando todos se iban a la tiendita en el descanso entre clases, yo me iba todos los días al gimnasio. A algunos les parecía algo exagerado de mi parte, pero yo lo veía como el precio a pagar para estar donde quería estar.
Hoy sigo haciendo lo “extremo”. Llego al gimnasio a las 5 de la mañana. Planifico y preparo toda mi comida desde el día anterior porque ya sé lo que pasa cuando no lo hago.
Pero… ¿de verdad es eso extremo?
¿No es más extremo tener una pobre salud por la forma en la que te alimentas?
¿No es más extremo vivir angustiado y estresado pensando cómo vas a pagar tu renta o la luz?
¿No es más extremo sentirte incómodo en tu cuerpo y no poder hacer cosas que antes disfrutabas?
¿No es más extremo mirar hacia atrás en unos años y darte cuenta que no hiciste nada por cambiar?
¿No es más extremo tener sueños y nunca intentar hacerlos realidad por miedo al fracaso o a lo que pensaran de tí?
A veces, lo que parece extremo... es simplemente lo necesario, el sacrificio que demanda tu objetivo.
Lo verdaderamente extremo es conformarse con una vida que no quieres vivir.
No estoy donde quiero estar. Pero supongo que, por primera vez en un tiempo, estoy comprometido a hacer lo “extremo” para cambiar mi situación.